En el marco de la CSW69°, el evento paralelo organizado por la Alianza Global por los Cuidados y coauspiciado por el gobierno de Brasil reunió a diversas voces para abordar la intersección entre el cambio climático y el trabajo de cuidados. Perpetua Ofori-Ampofo, presidenta de la Asociación de Enfermeras y Parteras Registradas de Ghana (GRNMA) y delegada de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), ofreció una intervención en la que subrayó cómo la crisis climática está directamente vinculada a la crisis sanitaria, impactando de manera significativa a lxs trabajadorxs de la salud y del cuidado, la mayoría de los cuales son mujeres.

 “La crisis climática es una crisis sanitaria, y lxs trabajadores de la salud somos fundamentales en la respuesta, pero nuestras voces suelen estar ausentes en la formulación de políticas climáticas”, afirmó Ofori-Ampofo. Explicó que el cambio climático ha intensificado las condiciones laborales, exponiendo a las y los trabajadores a olas de calor extremo, fenómenos meteorológicos peligrosos y un aumento de enfermedades relacionadas con el clima, como la malaria, las enfermedades transmitidas por el agua, el estrés térmico y la desnutrición. “El sistema de salud ya está sobrecargado, y el cambio climático solo está agravando la situación”, advirtió.

Ofori-Ampofo destacó el trabajo de la GRNMA en la educación de su liderazgo y miembros sobre la conexión entre el clima y el cuidado, promoviendo el consumo consciente de productos y servicios sostenibles. Además, subrayó la importancia de colaborar con organizaciones internacionales, como la ISP y el Consejo Internacional de Enfermería (ICN), y mencionó el proyecto en curso con la Fundación Avina y el Sindicato de Trabajadores de los Servicios de Salud de Ghana, que busca fortalecer la resiliencia de los sistemas de salud y cuidado ante el cambio climático.

“Necesitamos acelerar las acciones y garantizar que el cuidado y la justicia climática sean prioridades en la agenda global”, enfatizó. Para ello, planteó la urgencia de promover políticas que reconozcan el valor del trabajo de cuidados, tanto remunerado como no remunerado, y garantizar condiciones laborales dignas para los trabajadores de la salud. “No basta con reconocer el trabajo de cuidados, debemos recompensarlo con empleo decente y una compensación justa”, afirmó. También hizo un llamado a redistribuir equitativamente al personal sanitario para asegurar una atención justa y accesible para todas las comunidades.

Asimismo, propuso la inversión en infraestructuras amigables con el clima, que reduzcan la carga de trabajo de cuidados, como el transporte público eficiente, guarderías asequibles en los lugares de trabajo y acceso a servicios de salud. “Es esencial fortalecer la infraestructura social, promoviendo mecanismos que colectivicen el trabajo de cuidados y reduzcan la vulnerabilidad climática, como la vivienda asequible y los programas de apoyo social”, señaló.

Junto a Ofori-Ampofo, otras ponentes abordaron distintas aristas de esta problemática. Carolina Robino (Canadá) expuso sobre la invisibilización del trabajo de cuidados en la agenda climática y la necesidad de inversiones para fortalecer la resiliencia de las sociedades. Sitabile Dewa (Zimbabue) instó a simplificar el lenguaje sobre la crisis climática para hacerlo más accesible a las comunidades afectadas. Cinthia Navarro (Oxfam) denunció la sobrecarga de trabajo de cuidados que enfrentan las mujeres en zonas mineras contaminadas en Perú. Por su parte, Carolina Miranda destacó el reconocimiento del cuidado como un derecho en la nueva Política Nacional de Cuidados de Brasil.

En definitica, la discusión puso la necesidad de contar con políticas que integren la justicia climática y la equidad en el trabajo de cuidados. Como concluyó Ofori-Ampofo: “Si no abordamos esta crisis ahora, será un desastre no solo para nosotros, sino para las generaciones futuras. Es hora de dejar de invisibilizar el trabajo de cuidados y construir sistemas de salud y políticas climáticas que realmente protejan a quienes sostienen la vida”.